El lenguaje es la herramienta que posibilita al hombre realizar o expresar sus ideas, pensamientos, sentimientos y que se materializa a través de signos verbales produciendo la comunicación.
El lenguaje y la comunicación están muy relacionados entres si en donde el lenguaje aplica los signos y la comunicación se vale de diferentes elementos donde se configura los signos lingüísticos. Ejemplo: cuando una persona quiere decir algo se vale del manejo de signos producidos expresamente para significar algo. A esa persona la dominaremos emisor.
Pero observamos también que en el proceso hay un destinatario final de dichos signos, a este destinatario lo denominaremos receptor. Entonces los signos que circulan entre emisor y receptor es la comunicación en si que constituye el mensaje. Emisor, receptor y mensaje son, pues, elementos de la comunicación más los signos verbales que se utilizaron para concretizar la comunicación es el lenguaje.
Como se mencionó anteriormente, para que se configure la comunicación este debe de ir dentro de un contexto adecuado en donde el lenguaje se aplique como un mensaje claro, tanto que el emisor codifique signos adecuados para que el receptor las pueda decodificar produciendo el éxito sincronizado de la intención, contenido y semántica de la comunicación.
Pero la comunicación puede tener un periodo de falla que puede ocurrir cuando el mensaje que se emite no es decodificado por el receptor, ya que los signos del lenguaje no son los adecuados o no son entendibles para el emisor imposibilitando su decodificación, por ejemplo, una persona que hable chino y se quiere comunicar con otra que hable ruso no podría hacerlo ya que ambos no entenderían los signos emitidos por cada uno de ellos imposibilitando una adecuada comunicación. Otro aspecto que puede resultar en la falla de la comunicación es con respecto al contexto.
El contexto es un elemento de la comunicación que básicamente consiste en el espacio donde se producirá la comunicación, este contexto puede verse afectado por diversos elementos externos como el ruido que distorsiona la calidad del mensaje no pudiendo ser relacionada adecuadamente para efectos de una buena comunicación.
Entonces estos factores permiten la formación de tres tipos de comunicación:
La comunicación plena, en la que hay una intencionalidad entre emisor y receptor produciéndose una adecuada comunicación.
La comunicación aberrante, en la que existe intencionalidad significativa por parte del emisor y un código compartido entre el emisor y receptor, en la que adquirieren pertinencia los factores de degradación del proceso comunicativo, produciéndose un descuento entre intención, contenido y semántica del mensaje.
La comunicación fallida, en la que emisor y receptor no comparten el mismo código o sistemas de signos. Como es hemos visto el lenguaje y la comunicación se interrelacionan produciendo un fenómeno complejo de diversos elementos. Su éxito o fracaso dependerá no del azar o de la casualidad, sino del menor o mayor control que poseamos respecto de la comunicación.
EN LA COMUNICACIÓN HUMANA PUEDEN DISTINGUIRSE LOS SIGUIENTES TIPOS DE LENGUAJE: ORAL, ESCRITO, KINÉSICO, PROXÉMICO E ICÓNICO.
LENGUAJE ORAL. Por medio de la palabra los humanos no sólo nos comunicamos con nuestros semejantes, también organizamos nuestra experiencia externa e interna, pensamos con palabras y acumulamos información que después compartimos con los demás. Esta facultad humana de representar, expresar y comunicar ideas mediante la palabra (SIGNO LIGÜÍSTICO), constituye el modelo de todo sistema comunicativo. CUANDO HABLAMOS LO HACEMOS SIEMPRE TOMANDO COMO REFERENCIA EL MÁS COMPLEJO Y COMPLETO DE LOS SISTEMAS DE COMUNICACIÓN CONOCIDOS: EL LENGUAJE ORAL.
LENGUAJE ESCRITO. Se define como un sistema de comunicación que se realiza por medio de SIGNOS VISUALES GRÁFICOS. Cada uno de ellos representa un elemento de la lengua: PALABRAS, SÍLABAS O FONÉMAS. La palabra escrita es otra forma de expresar nuestras ideas, al escribir ordenamos nuestro pensamiento con lógica y con ciertas normas gramaticales básicas para que el lector comprenda el mensaje de manera eficiente y efectiva.
LENGUAJE KINÉSICO. Es un tipo de COMUNICACIÓN NO VERBAL expresada a través de los movimientos del cuerpo. La postura, gestos, expresión facial, mirada, sonrisa, tono de voz, nuestra ropa y hasta el olor corporal son formas de lenguaje kinésico. Su carácter es muy espontáneo y natural, además de ser de gran importancia dentro de la comunicación.
PROCESOS DE PRODUCCIÓN DEL LENGUAJE: La actividad del habla se asienta en tres tipos de procesos:
1.Procesos cognitivos y motivacionales: No son exclusivos o específicos de la actividad lingüística. Estos procesos o facultades mentales horizontales no son todavía lenguaje en sentido estricto. Para que el proceso de comunicación sea eficaz se tienen que utilizar combinaciones de signos que puedan ser descifrados e interpretados adecuadamente por sus interlocutores. Esto da paso al segundo procesos.
2. Procesos lingüísticos y gramaticales: Para comunicar lo que deseamos no utilizamos series aleatorias de palabras, sino que construimos oraciones significativas y gramaticalmente aceptables, por lo tanto en el proceso de producción del lenguaje tan importante como señalar la participación de facultades mentales de las llamadas horizontales, será analizar en que forma los sujetos, al codificar y producir sus mensajes, aplican un tipo de conocimientos muy específico (su conocimiento de la gramática de una lengua) y cuáles son las operaciones computacionales que se requieren para el tratamiento de la información gramatical durante la codificación o elaboración de tales mensajes. Los procesos anteriores (cognitivos y gramaticales) pueden ser necesarios, pero no suficientes para caracterizar la producción verbal. El sujeto habla para algo: informar, peguntar, pedir, o para contactar con otros, lo que daría pasó al siguiente proceso:
3. Procesos comunicativos e instrumentales: La actividad del habla es, además de un procesos cognitivo y lingüístico, una actividad instrumental y de interacción social. Las personas generalmente hablan en contextos interactivos con el objeto de producir cientos efectos sobre sus interlocutores; para ello construyen y emiten las formas lingüísticas que consideran más eficaces en cada ocasión, es decir, en función de cuál es el contexto comunicativo, quién es el interlocutor y cuál el motivo o propósito de la conversación, los sujetos aplican un estilo u otro de lenguaje y utilizan unas formas lingüísticas u otras. Por todo ello la producción del lenguaje debe ser interpretada como un proceso comunicativo con repercusiones sociales.